Tour de cata de mezcal o tequila

¿MEZCAL O TEQUILA?

¡En Guanajuato, encuentras los dos!.


Sin duda, Guanajuato es el paraíso para los destilados del maguey por su gran variedad de agaves nativos verdes y azules, así como por su tradición histórica en la fabricación de mezcal y de tequila que se remonta a las últimas décadas del siglo XVII. Desde entonces y hasta nuestros días, las haciendas y los ranchos de vino mezcal y de tequila han sido los productores tradicionales de los destilados del maguey o agave, ahora conocidos como “destilerías” o “bodegas”. Lo cierto es que “el vino mezcal” y “el vino mezcal de tequila” nacieron juntos y son parte de nuestra historia y patrimonio cultural de México para el mundo.

Piedra usada para la elaboraciín típica de tequila en Antigua Hacienda la Garrapata.

Antigua Hacienda la Garrapata.


Actualmente, Guanajuato cuenta con la denominación de origen para ambas bebidas en varios municipios del estado. Con los fermentos del “árbol de las maravillas” —como llamó al maguey el padre jesuita José de Acosta en 1590— se producen excelentes “vinos de la tierra”, mezcales y tequilas que provienen de las diferentes “fábricas de vino mezcal y tequila” y que hoy se pueden visitar en imperdibles circuitos guanajuatenses.

Encuadre a servir shots de tequila y mezcal

El circuito del mezcal —en el norte del estado— ofrece mezcales destilados de forma artesanal e industrial. Los mezcales son cien por ciento de agaves salmiana y espadín cultivados en la regiones de San Felipe y de Celaya, en comunidades en donde los maestros mezcaleros durante más de cuatro generaciones han venido perfeccionando sus recetas y transmitiéndolas por tradición oral. Es así, gracias al esfuerzo, trabajo y gran pasión de mujeres y hombres que se preserva una tradición histórica, familiar y local de la destilación mezcalera que enriquece nuestro patrimonio nacional. Producto de esta herencia, nacen los mezcales guanajuatenses, llenos de vida y de sabores de la tierra que se expresan con los secretos de la fermentación y la destilación de manos experimentadas y que son llevados hasta nuestro paladar para su disfrute y deleite.

Paisaje de plantación de agave en Pénjamo, Guanajuato.

Paisaje Pénjamo, Guanajuato.


El circuito del tequila —en las regiones de Pénjamo, Silao y León— está conformado por un creciente número de destilerías. El tequila como el mezcal, desde sus orígenes históricos, ha sido conocido como vino mezcal de tequila. El tequila guanajuatense es el producto de una esmerada tradición que cuenta con doscientos años de experiencia en el cultivo del agave “azul tequilana weber” en tierras volcánicas, y que además, ha perfeccionado las recetas y procesos para lograr destilados de reconocida calidad nacional e internacional. Los tequilas guanajuatenses son producidos con medios que combinan sofisticada tradición artesanal y procesos modernos, características que se traducen en tequilas con color, cuerpo, aroma y sabor propios de la naturaleza de la región.

Preparación de shots con limon y sal de tequila o mezcal en San Miguel de Allende

Ambos circuitos, del mezcal y del tequila, ofrecen a la vista grandes paisajes de magueyales, visitas guiadas para conocer los procesos que hacen posible transformar una planta ancestral en elixires destilados y, por supuesto, prometen el obligado y esperado encuentro de ambas bebidas con su “degustación”. En esta tradición de destilados, destacan el respeto ritual que nuestros maestros mezcaleros y tequileros profesan por la tierra y por el maguey, la planta madre y origen único. Por ello, el cuidado del medio ambiente es parte de las artes y costumbres de la tradición y de la maestría acumulada a través del tiempo, que permiten brindar la calidad, el sabor y el espíritu del maguey en los mejores mezcales y tequilas de Guanajuato. ¡Salud, con mezcal y con tequila!